Dark Waters: el multimillonario escándalo en el que Dupont fue hallada culpable de enfermar con «químicos eternos» a miles de personas en EE.UU.

Lo que comenzó con unas cuantas vacas muertas en un pequeño pueblo de Estados Unidos se convirtió en un caso en el que una multinacional tuvo que responder por más de 3.500 personas que padecen graves enfermedades, incluyendo cáncer.

La película «Dark Waters» (2019), conocida en español como «El precio de la verdad», dirigida por Todd Haynes y basada en hechos reales, aborda la historia de Robert Bilott (Mark Ruffalo), un abogado corporativo que descubre un escándalo ambiental relacionado con la compañía química DuPont. Cuando un granjero de Virginia Occidental, Wilbur Tennant, le pide ayuda porque su ganado está muriendo en circunstancias misteriosas, Bilott investiga y descubre que DuPont ha estado vertiendo un químico altamente tóxico, el ácido perfluorooctanoico (PFOA), en el agua potable de la comunidad.

A medida que profundiza en el caso, Bilott se enfrenta a una batalla legal de décadas contra la poderosa empresa, arriesgando su carrera, su salud y su estabilidad familiar. La historia expone cómo DuPont ocultó información sobre los efectos letales del PFOA, un químico utilizado en productos como el teflón, y cómo su lucha por la justicia reveló un problema de contaminación global.

La película denuncia la corrupción corporativa, la contaminación ambiental y el costo personal de enfrentarse a grandes industrias. Muestra el sacrificio de Bilott en su búsqueda de la verdad y la importancia de la responsabilidad ambiental y la transparencia.

A continuación, se detallan los factores ambientales, políticos, sociales y de salud que se exploran en la cinta:


1. Factores Ambientales

  • Contaminación del agua y el suelo: La película muestra cómo los residuos tóxicos de PFOA/PFOS (ácido perfluorooctanoico, una sustancia creada en los años 40 por la compañía 3M.) son vertidos ilegalmente en ríos y tierras de Virginia Occidental, contaminando el suministro de agua de comunidades enteras.
  • Impacto en ecosistemas: Se evidencian efectos devastadores en la vida animal, como la muerte de ganado y mascotas debido a la exposición a químicos.
  • Negligencia industrial: DuPont oculta durante décadas los riesgos de sus productos, priorizando las ganancias sobre la sostenibilidad ambiental.

2. Factores Políticos

  • Regulación débil: Las agencias gubernamentales, como la EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.), no logran fiscalizar adecuadamente a la industria química, permitiendo que DuPont opere con impunidad.
  • Influencia corporativa: La empresa utiliza su poder económico para presionar a políticos y manipular estudios científicos, evitando regulaciones estrictas.
  • Fallas en el sistema legal: El abogado Robert Bilott (interpretado por Mark Ruffalo) enfrenta obstáculos burocráticos y amenazas legales al desafiar a una corporación gigante, reflejando cómo el sistema favorece a los poderosos.

3. Factores Sociales

  • Desigualdad y vulnerabilidad: Las comunidades rurales afectadas (como Parkersburg) son marginadas y carecen de recursos para enfrentarse a una multinacional, mostrando una clara injusticia social.
  • Desconfianza en las instituciones: Los ciudadanos pierden fe en el gobierno, las empresas y hasta en la ciencia al descubrir que sus enfermedades fueron causadas por encubrimientos.
  • Movilización colectiva: La película retrata cómo las víctimas se organizan para demandar justicia, destacando la importancia de la solidaridad comunitaria.

4. Factores de Salud

  • Enfermedades graves: El PFOA se vincula con cáncer (especialmente de riñón y tiroides), problemas renales, enfermedades autoinmunes y defectos congénitos en recién nacidos.
  • Exposición crónica: La contaminación del agua afecta a generaciones enteras, con efectos a largo plazo que persisten incluso décadas después.
  • Salud mental: El estrés y el trauma de las víctimas, así como la lucha interminable por justicia, generan ansiedad y desesperanza en la comunidad.

«Dark Waters» expone cómo la codicia corporativa, la colusión política y la indiferencia social permiten crisis ambientales y de salud pública. La película funciona como una crítica al capitalismo desregulado y un llamado a la responsabilidad ética, tanto de las empresas como de los gobiernos. Su mensaje central es que la verdad y la justicia requieren perseverancia frente a sistemas corruptos, un tema relevante en debates actuales sobre crisis climáticas y derechos humanos.

 

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